CASA MUSEO MAX MOREAU

CASA MUSEO MAX MOREU

CASA MUSEO MAX MOREU

Uno de los lugares imprescindibles que tienes que visitar si estás por el barrio del Albaicín, es la Casa Museo Max Moreau, situada dentro del Carmen de los Geranios. Se encuentra muy próxima al mirador de San Nicolás, entre la Iglesia de San Miguel Bajo y el convento de Santa Isabel la Real.

Al visitar la Casa Museo Max Moreau, no solo veremos obras de este belga que decidió quedarse en Granada, en un marco incomparable, sino que también tendremos una percepción más amplia del entorno en el que sentía, pintaba, y que fue su taller y residencia durante más de veinticuatro años. Tanto el carmen de los Geranios como todos sus bienes, valorados en más de 120.000 € fueron donados por Max Leon Moreau a la ciudad de Granada, en 1992. El ayuntamiento de la ciudad los restauró y rehabilitó en 1998, para que sirvieran de casa-museo dedicado a la vida y obra del artista.

La Casa Museo Max Moreau está compuesta por la vivienda y el huerto-jardín distribuido en diferentes niveles. Aquí podrás pasear entre geranios, rosales, jazmines y azucenas, que unidos a la presencia de bancos de forja pintados de blanco, y una fuente ornamental, hace que se nos olvide donde estamos.

La Sala de Exposiciones Max Moreau se encuentra a la izquierda, nada más entrar en el edificio. En esta sala hay obras de Moreau, pero también se instalan habitualmente exposiciones de otros artistas. En el siguiente edificio se encuentra la Biblioteca, quizás sea este, el espacio más intimista de la casa. El recorrido sigue hacia la sala de estudio. El piano, las partituras y un sinfín de objetos, recuerdos de sus numerosos viajes, hacen de este lugar un plató digno de cualquier película costumbrista.

Max Leon Moreau nació en 1902 en Soignies, una pequeña aldea de Bélgica. Poco estuvo en su localidad natal, pues con apenas 3 años de edad su familia se trasladó a Bruselas. Nuestro artista fue desde joven un fiel admirador de pintor Henry Moreau, su padre, del que pronto aprendió las técnicas de dibujo y el óleo. Al finalizar la Primera Guerra Mundial la familia Moreau se trasladó a París. Allí Max entabló amistad con el mundo de la farándula, conociendo a los actores más diversos de la época. Fue el actor y director de teatro Denis d’Inès quien le dio un espaldarazo fundamental al recurrir a Max Moreu para realizar las ilustraciones de su repertorio escénico.

MAX MOREU

MAX MOREU

En 1928 regresó a Bruselas donde se casa, y comienza una nueva vida marcada por su fascinación por todo lo oriental. Esta fascinación le llevó a viajar a Túnez con 27 años, allí entró en contacto con un nutrido grupo de literatos e intelectuales de la época. A partir de ese momento comienza un periodo marcado por grandes exposiciones en Bruselas, Luxemburgo, Anvers, Arlon y Charleroi, que unido a la creación obras artísticas en otras disciplinas como el teatro o la música, aumentarán sus ganas de seguir recorriendo mundo. En plena Segunda Guerra Mundial viajó a África donde se impregnará de sus olores y colores que irá reflejando cada vez más, en sus retratos.

Su inquietud viajera no se queda ahí sino que visitó Vichy, Lisboa, Nazaré, Nueva York, Houston, Palm Beach, y otros lugares de América del Norte. A finales de los años 60 del pasado siglo Max Moreau se asienta en Granada, donde adquirió el carmen de los Geranios. Se convirtió en uno de los retratistas favoritos de la burguesía granadina. A los 90 años, cuando apenas quedaban 8 años para el cambio de milenio, Max Moreau falleció tras una larga enfermedad, dejando en Granada todo su legado artístico y personal.

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