A la cama no te irás sin saber una cosa más, dice el refranero español. Y muy cierto que es.
Nos dirigimos a Tocón, un pequeño pueblo de la vega granadina, perteneciente al municipio de Íllora. Nuestra intención era fotografiar la Torre de Clementino, una curiosa torre de alquería que está situada en pleno casco urbano. Pero, entre el lugar donde aparcamos y dicha torre, nos encontramos con varios rincones destacables, entre ellos, la iglesia de la Virgen del Socorro, y un par de obras escultóricas. Una de las esculturas homenajea al emigrante, perdón, “migrante” como estamos empeñados en llamarlos ahora. La otra obra artística, forma parte de una fuente y está dedicada al cantante y poeta, Francisco Valenzuela Ávila, más conocido como Valen.
Al acercarnos a la escultura de Valen fue mi compañera, Maribel Torres, la que me puso en antecedentes. Pues sinceramente ni me sonaba el nombre. Maribel, gran melómana, me contó que era un músico que sonaba en los guateques de los años 60 del pasado siglo, y que a su madre le gustaba.
La curiosidad que sentimos por conocer algo más de la vida de Valen, ha hecho que cambiemos la entrada que pensábamos escribir hoy sobre la torre de alquería, y nos vayamos a bucear sobre la historia de Valen.
Fuente escultórica homenaje a Valen
La fuente que homenajea a Valen se sitúa en la Plaza de la Constitución, y se inauguró el 26 de julio de 2008. Fue realizada por los artistas José Antonio Cabello, y Venancio Sánchez. Este último escultor, vecino del pueblo de Tocón, y autor también del monumento al Emigrante.
En una placa de bronce que tiene la fuente, se puede ver el relieve de la cara de Valen y a su derecha partes de la canción “El humo de las fábricas”, así como una frase de agradecimiento.
¿Quién? En el verano, lleva la mies a la era.
¿Quién? En otoño, juega a las cartas en el bar.
¿Quién mueve la lumbre? En las largas noches de invierno.
¿Quién? En primavera, iba a la estación a pasear…El Pueblo de Tocón a Valen. Por contar la vida de su gente y crear el sonido de un tiempo.
Francisco Valenzuela Ávila – Valen
Francisco Valenzuela Ávila se pasó los primeros años de su vida entre Brácana, su lugar de nacimiento, y Tocón.
En 1950, con tan solo siete años, su padre, panadero y propietario de una harinera, lo mandó a estudiar a Granada al colegio de los Escolapios, donde también cursó el bachillerato.
El padre de Valen, que no quería ni oír hablar de que su hijo fuera artista, le “obligó” a hacer una carrera. Valen se matriculó en la Facultad de Derecho. Allí al parecer, la Tuna Universitaria era de las más destacadas, y en ella pensó que podría encajar mejor. Y así fue.
Valenzuela era el solista de la Tuna cuando llegaba la hora de tocar las canciones hispanoamericanas, en especial, los boleros de Lucho Gatica, que acompañaba con un pandero, su instrumento en la Tuna. Esta formación extracurricular fue muy provechosa. Además colaboró como autor de poemas y cuentos en las revistas universitarias: El caracol y Aristos.
Corrían los primeros años de la década de los 60 del pasado siglo, cuando Valen formó junto con su amigo Enrique Almendros, (hijo del dueño de la librería Almendros), su primer duo: “Frank y Henry”.
Recordemos que en esa época todo grupo que quisiera triunfar, debía tener un nombre con influencias inglesas, el ejemplo más claro lo tenemos en “Mike Ríos”.
El grupo “Frank y Henry” llegó a grabar un disco, que les costó 25.000 pesetas, y que tuvo poco éxito comercial. En este disco se grabaron canciones como La chica de barrio, Bajo tu embrujo, Camino llano, y Amour, mon amour, my love. Eso sí, cuando “Frank y Henry” tocaban en cualquier garito se llenaba de mujeres. El duo se disolvió en 1965. Tanto a “Henry” como a “Frank” les tocó hacer, ese año, el servicio militar obligatorio.
Cuando Francisco Valenzuela Ávila salió de Ronda, ciudad en la que estaba haciendo la mili, se marchó a Madrid, con la intención de comenzar su trayectoria profesional como Valen. Pero antes de poder ganarse la vida como cantante, tuvo que trabajar como vendedor de cintas para máquinas registradoras, para el Círculo de Lectores, y como agente de seguros.
En Madrid tuvo la oportunidad, gracias a que cantaba en discotecas y salas de fiesta, de contactar con gente influyente del mundo de la canción.
Valen consiguió llevar una cinta musical a Alfredo Garcia Segura, autor de canciones de éxito, quien le animó a presentarse, en 1966, al Festival Hispano-Portugués de la Canción del Duero. Valen quedó el tercero en dicho festival.
A partir de ese momento comenzó la carrera meteórica de Francisco Valenzuela Ávila, Valen. Primero con la discográfica Tempo y al año siguiente con la gran RCA, donde grabó algunas canciones de su primer y único disco con “Frank y Henry”.
Con la RCA, Valen ya comenzó a sonar en los programas radiofónicos de todo el mundo. Desde 1969 hasta 1993 Valen, grabó más de 25 discos, visitó y cantó en multitud de países, sobre todo en Hispanoamérica, donde es muy querido y archiconocido. De hecho, ha vivido además de en Granada y Madrid, en Bogotá, Cali, Guayaquil, Santiago de Chile, Buenos Aires, Miami, Jacksonville y en Nueva York.
Francisco Valenzuela Ávila, Valen, ha escrito más de quinientas canciones, algunas de ellas en francés. En Francia, nuestro Valen, es conocido como “El Trovador de la Alhambra”.
Por cierto, sigue activo, tanto componiendo como grabando, reeditando y escribiendo poemas. Los últimos álbumes discográficos que Valen ha grabado son Canciones de mesón y taberna en 2008 y Del amor de España del pueblo, 23 grandes éxitos, y Corazón de romántico en 2011.
Os dejamos el video de una de las canciones más conocidas “Camino a la Playa”, basado en una bella historia de amor, y dedicada a Guadalupe, la que se convirtió en su esposa en 1993.
