TORRE DE VELILLA

TORRE DE VELILLA

TORRE DE VELILLA

La costa sexitana cuenta con un gran número de restos arqueológicos de gran valor, que a pinceladas nos muestran la historia de Almuñécar, desde los fenicios, los primeros pobladores, hasta las etapas históricas más actuales. Entre estos valores históricos se encuentran las torres vigías, muchas de ellas construidas en el siglo XVI, que son merecedoras de una tranquila visita. Hoy os proponemos un paseo hasta la Torre de Velilla.

La Torre de Velilla conocida también como Torre del Hachuelo, Estancia del Chuchelo, se sitúa en el cerro de Velilla, en una zona que los fenicios eligieron para enterrar a sus seres queridos.

Tras el fin de la reconquista por parte de los Reyes Católicos, y el interés de proseguir con las campañas militares en el norte de África, en 1497 se trazan las líneas generales de la defensa de la costa. Estas mismas bases defensivas, servirán de guía para las futuras restauraciones a lo largo del siglo XVI y las nuevas construcciones en el XVIII.

En el siglo XVIII con el reinado de Carlos III, se restauran varias torres y se construyen nuevas. Las fortificaciones que pertenecen a la demarcación de Almuñécar son la Torre de Cambrón, la Torre de los Diablos, la Torre de la Punta de la Galera (capacitada para artillería), la Atalaya de Velilla, el Castillo de Almuñécar, la Torre de la Mona, el Castillo de la Herradura y la Torre de Cerrogordo.

TORRE DE VELILLA - DETALLE DE LA VENTANA Y LA LADRONERA

TORRE DE VELILLA – DETALLE DE LA VENTANA Y LA LADRONERA

La tipología de la Torre o Atalaya de Velilla es de “Rebato”, es decir, aquellas que anuncian la proximidad de embarcaciones sospechosas a tierra o a las barcas de pescadores y mercancías. Estas torres debían de ser visibles, para que las señales se observaran desde las poblaciones próximas a la costa y desde el resto de torres de su demarcación o partido. Las hogueras y ahumadas se hacían con manojos de paja o esparto con resina, conocidos como “hachos”.

La Torre o atalaya de Velilla es cilíndrica ligeramente troncocónica, con un diámetro en su base de casi 6 metros, que se reduce en su coronación hasta algo más de los 4,5 metros. La torre de Velilla que llega a los 10 metros de altura y está cimentada sobre un tambor cilíndrico. Está construida en mampostería, trabada con mortero de cal y arena. Para su edificación fue necesario crear un sistema de andamiaje de madera.

La torre se divide en tres partes: el cuerpo macizo, la cámara o estancia; y la azotea.

Exteriormente se identifican la puerta de acceso (hoy en día tapiada), una ventana hacia el sur, la estructura de una ladronera que defendía la vertical de la puerta, y el desagüe de la terraza.

Desde la entrada principal subía una escalera a un habitáculo circular de reducidas dimensiones, con cubierta de bóveda de media naranja realizada con ladrillos. La estancia tiene una chimenea en un lateral, mientras que en el otro flanco cuenta con una ventana de desarrollo abocinado hacia el interior y arco de medio punto. Desde aquí se abre el vano de acceso a la escalera, que permite la subida a la azotea que es de planta circular. La terraza queda protegida por un peto de mampostería de más de 1 metro de altura. En la azotea se encuentran varios elementos que son el castillete de salida de la escalera, el desagüe, una ladronera y las troneras. Esta torre estaba custodiada por 1 cabo y 2 torreros que divisaban desde la Torre del Cerro Gordo hasta Torre de los Diablos. Los torreros residían en la torre, que debía de tener constantemente un centinela de día y de noche, y que era el encargado hacer las señales de seguridad.

Se puede acceder hasta la Torre de Velilla en vehículo, pero os aconsejamos subir caminando, aunque el ascenso es algo duro merece la pena el esfuerzo, sobretodo al atardecer. Desde aquí se puede contemplar uno de los mejores atardeceres de Almuñécar

Un comentario

  1. AE Ramon Llull

    Hola,
    somos unos jovenes Scouts de Barcelona. Nos preguntabamos si podríamos pernoctar en la parroquía la noche del 22 de Julio o, si sabrías de algún local que pudíera acogernos aquella noche.

    Muchas gracias

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