Escultura: La Dama de Baza

Desde el año 2011, una imponente escultura en bronce de la Dama de Baza, con una altura de dos metros y medio, da una cálida bienvenida a aquellos que visitan la ciudad de Baza. Estratégicamente ubicada en la rotonda que conecta las Calles Prolongación de Corredera, Puerta de Lorca y la carretera de Murcia, esta obra maestra es obra del destacado escultor granadino, Miguel Moreno.

La escultura forma parte integral del proyecto ‘Ruta de las Estatuas por el Centro Histórico de Baza‘, una iniciativa de la Comarca de Baza en pos del Turismo Sostenible.

Esta majestuosa obra no solo rinde homenaje a la rica historia de la comarca, representada por la icónica Dama de Baza, sino que también se integra armoniosamente en la revitalización del centro histórico. La escultura de Miguel Moreno se erige como un faro cultural y artístico, invitando a los visitantes a explorar la fascinante ‘Ruta de las Estatuas’ y sumergirse en la riqueza patrimonial de Baza.

Aproximación a la Dama de Baza

En el verano de 1971, el equipo liderado por el Dr. Francisco Presedo Velo hizo un descubrimiento arqueológico excepcional en los terrenos de la antigua Basti: una escultura que servía como urna cineraria. Este hallazgo tuvo lugar en la necrópolis del Cerro del Santuario, específicamente en la tumba rectangular número 155, la más grande de la necrópolis, con dimensiones notables de 1.80 metros de profundidad y 2.60 metros de lado, datada aproximadamente en el siglo IV a.C.

La escultura representa a una joven sentada en un trono, y vestida de pies a cabeza, destaca por su detallada ornamentación. Solo la cara y las manos quedan al descubierto con una rigidez que refleja solemnidad. Fue tallada en una bloque de caliza grisácea con una altura de 1.30 metros y una anchura de 1.05 metros de ala a ala del trono.

El escultor responsable de la creación de la Dama demostró sin lugar a dudas su maestría, ya que logró llevar a cabo con éxito una labor arriesgada sobre un bloque calizo que, en su estado original, podría haber pesado más de 1000 kg y que en cualquier momento pudo haberse resquebrajado. Las alas del trono y la base de su pata trasera izquierda exhibían antiguas fracturas, probablemente resultado del proceso de inserción en la sepultura.

El análisis técnico revela que, después de esculpirla, la pieza fue estucada y revestida con una fina capa de yeso antes de recibir una policromía sorprendentemente bien conservada a base de pigmentos como el azul egipcio, el rojo bermellón, el marrón ocre y el negro de carbón.

El rostro ovalado de la Dama de Baza, su vestimenta ricamente ornamentada, su cabello rizado y su peinado en bandós, junto con las joyas y el pichón azul que sostiene, forman una imagen de gran detalle y exquisitez.

La vestimenta de la Dama es una manifestación de su estatus. Cubierta con un manto que presenta restos de azul claro, rojo y un intrincado ajedrezado blanco y rojo en los bordes, la escultura también viste tres túnicas superpuestas. Su tocado, una cofia decorada con perlitas, y la profusión de joyas, desde pendientes morcilla hasta sortijas y gargantillas, resaltan la rica orfebrería de inspiración orientalizante.

La función principal de esta escultura es evidente: una urna funeraria. La cavidad que albergaba las cenizas se encontraba estratégicamente ubicada en el trono, entre un travesaño y el bracero. El análisis de los restos de la cremación reveló que pertenecían a una mujer, desatando teorías sobre su identidad, que oscilan entre la alta aristocracia de Basti hasta figuras religiosas o ideológicas prominentes.

En cuanto al trono, su diseño sigue la tradición del antiguo Egipto, con cuatro patas verticales y apéndices alados. Pintado en tonos marrones imitando la madera, muestra una cuidada atención a los detalles, sugiriendo la influencia de artesanos ebanistas de la élite ibérica.

La Dama de Baza es un testimonio fascinante de la convergencia de diversas influencias culturales en la Iberia del siglo IV a.C. Desde la tradición fenicia hasta las nuevas influencias griegas, esta escultura es un símbolo de la evolución social y cultural de la región. Aunque su identidad exacta permanece en debate, su belleza y complejidad técnica la sitúan como una pieza clave para comprender la rica historia de la Bastetania antigua.

Amplía la información: José María Moreno: escultor y orfebre

José María Moreno – Imagen: Hermanos Moreno espacio de Arte

Nacido el 13 de Febrero de 1971 en Granada. José María Moreno ha dejado una impronta distintiva en el mundo del arte a través de su maestría en la escultura y la orfebrería. Su trayectoria artística se forjó desde temprana edad, marcada por la influencia y guía de su padre, Miguel Moreno, reconocido escultor y orfebre.

A la tierna edad de 16 años, en 1987, José María se incorporó al taller de su padre, donde inició su inmersión en las diversas disciplinas que conforman la creación de una obra de arte. Desde el dibujo hasta la fundición, la forja, la soldadura y las técnicas de orfebrería, José María experimentó con una variedad de materiales, destacando entre ellos el oro, la plata, el bronce y el latón. Su habilidad innata le permitió dominar cada una de estas disciplinas, marcando el inicio de una carrera artística prometedora.

Su formación formal se llevó a cabo en la Facultad de Bellas Artes “Alonso Cano” de la Universidad de Granada, donde se especializó en escultura. Sin embargo, su verdadera escuela fue el taller de su padre, el Atelier Sculpture and Goldwork, donde aprendió no solo las técnicas, sino también la pasión y el compromiso necesarios para crear obras de arte perdurables.

José María se distinguió por su especialización en las técnicas de orfebrería, convirtiéndose en el colaborador más directo de su padre, Miguel Moreno, en proyectos notables. Su destreza se evidenció en colaboraciones destacadas, como el Trono del Santísimo Corpus Christi de la Catedral de Granada y la corona de la Virgen de las Angustias de Santa María de la Alhambra, entre otros.

Además de su contribución a la orfebrería litúrgica, José María Moreno demuestra su compromiso con temas medioambientales a través de su arte. Ha creado colecciones que celebran la fauna ibérica, amonites y setas para el Parque de la Subbética en Córdoba, así como una reproducción del cangrejo de río español. Su última empresa artística se centra en una colección de insectos llevada a gran escala.

Entre sus obras públicas más destacadas se encuentra el Gallo de 2 metros, encargado por el Grupo Arenas, y un amonites de 250 cm de altura para el Geoparque de la Subbética en la provincia de Córdoba, ambos realizados con la técnica de chapa forjada y soldada.

La formación de José María como orfebre otorga a su obra un carácter singular, enriquecido por investigaciones técnicas y formales constantes en ambas manifestaciones: escultura y orfebrería. Su habilidad para trabajar una amplia gama de materiales, desde mármol hasta metales, demuestra su versatilidad y creatividad inagotables. Aunque ha explorado la escultura en bronce, es en la chapa forjada y soldada donde su personalidad artística se manifiesta de manera más distintiva, llevando consigo la esencia de la tradición de la escultura mediterránea y proyectando una vanguardia permanente en cada obra. La obra de José María Moreno es una fusión única de tradición y modernidad, dejando un legado duradero en el panorama artístico contemporáneo.

Este polifacético artista ha realizado más obras para Baza, entre ellas destacamos: el busto de Miguel de Cervantes del Parque de la Alameda y el grupo escultórico en honor al Emigrante en la plaza de San Antón.

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