ESTATUA DE FRAY LUIS DE GRANADA

ESTATUA DE FRAY LUIS DE GRANADA

ESTATUA DE FRAY LUIS DE GRANADA

La estatua de Fray Luis De Granada se encuentra en el barrio del Realejo, en la plaza de Santo Domingo, delante de la iglesia del mismo nombre y muy cerca del Cuarto Real de Santo Domingo.

La historia de su ubicación es cuanto menos curiosa, ya que, aunque Fray Luis de Granada, nació en este barrio, no fue éste el primer sitio elegido para rendirle homenaje.

La obra fue encargada al escultor Pablo Loyzaga en 1910 mediante concurso público. La estatua de Fray Luis De Granada está realizada en bronce y sigue un planteamiento tradicional: con la túnica característica de la Orden de los Dominicos, de pie, y las manos caídas hacia delante, la izquierda sobre la derecha. Está colocada sobre un pedestal de piedra con su nombre y su fecha de nacimiento y defunción. Se pensó en colocar una verja alrededor de la estatua, y se le encargó al arquitecto Castillo Moreno, pero finalmente no se llegó a poner.

La estatua de Fray Luis De Granada se colocó en un principio en la Plaza Bib-Rambla, y allí estuvo hasta 1940, cuando con la reforma urbana de Gallego Burín cambió su emplazamiento al atrio de la Iglesia de Santo Domingo. En su lugar se colocó la Fuente de los Gigantones también conocida como la fuente de Neptuno.

Luis de Sarriá, conocido como Fray Luis De Granada, nació en Granada en 1504, en la calle Santiago. Se crió en La Alhambra, bajo el abrigo de la familia Mendoza, Condes de Tendilla. A los diecinueve años ingresó en los Dominicos, donde cambió su nombre y se formó en Teología, destacando como predicador.

Estuvo en varios colegios y tuvo encontronazos con la Inquisición a causa del carácter reformista de algunas de sus obras. En 1551 se marchó a Évora (Portugal) donde ayudó a la implantación de la Compañía de Jesús. Fue confesor de reyes y allí residió hasta su muerte en 1581.

Destacó como orador y prosista en latín, castellano y portugués. Entre sus obras destacan: el Libro de la oración y de la meditación, la Guía de pecadores y el Memorial de la vida cristiana. Fue beatificado en 1997.

La estatua de Fray Luis De Granada, aparte de bella, nos recuerda la figura no solo de un gran religioso, sino también de un destacado escritor, si cabe el mejor del Siglo XVI.

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