MONUMENTO HOMENAJE A MANUEL CANO

MONOLITO HOMENAJE A MANUEL CANO

MONOLITO HOMENAJE A MANUEL CANO

Quien viva o haya visitado Granada alguna vez, casi seguro que ha pasado, aunque sea fugazmente, por delante de la puerta del Hipercor de la calle Arabial. Allí, en la misma entrada, se levanta un monolito homenaje a Manuel Cano Tamayo, uno de los guitarristas más ilustres de Granada.

El monolito que homenajea al concertista de guitarra, y máximo exponente de la guitarra flamenca, Manuel Cano, se inauguró el 29 de abril de 1991.

La idea de instalar dicho monumento, surgió a principios de 1991, unos días después de la muerte del artista. Fue la Asociación de la Prensa de Granada, quien tomó primero las riendas de tan sentido homenaje. Realizaron un primer proyecto, basado en un monolito de piedra de Sierra Elvira, sobre el que se situaría un busto en bronce del maestro. Este proyecto no se llegó a materializar, sin embargo, se organizaron dos festivales de música en el Teatro Isabel la Católica para recaudar fondos. Con el dinero recaudado se costeó un segundo proyecto, que es el que podemos ver hoy en día frente al Hipercor.

Se trata de un monumento de forma piramidal. En el lado izquierdo se sitúan unos azulejos cerámicos con un marco de granadas verdes y letras azules, con la inscripción, “GRANADA/AL MAESTRO/ MANUEL CANO/Primer Catedrático/de guitarra flamenca”. Debajo se localizan el escudo de la ciudad de Granada, y los logotipos del aula de Cultura del Diario Ideal, la Asociación de la Prensa, y de Hipercor.

En la parte superior del monumento a Manuel Cano, se sitúa un conjunto en hierro forjado, que tiene forma de dos guitarras entrelazadas, realizado por el artesano granadino Antonio Salazar, un señalado artista del metal, autor entre otros trabajos de los balcones y herrajes del Palacio de Carlos V, en el recinto monumental de la Alhambra.

Manuel Cano Tamayo (1925 – 1990)

Manuel Cano Tamayo nació en Granada en 1925, en el seno de una familia de músicos. En su casa, se dieron todas las condiciones necesarias para que Manuel desarrollara también actitudes musicales.

Cuando, Manuel Cano, apenas contaba con siete años, su abuelo le regaló su primera guitarra, que según sus biógrafos, fue su compañera inseparable a lo largo de toda su vida.

Con treinta y cuatro años, Manuel Cano inicia su carrera profesional. Para Cano fue muy importante, el encuentro que tuvo con el gran maestro Andrés Segovia, que supuso un gran espaldarazo en su carrera. Andrés Segovia animó a Manuel Cano a “limpiar el flamenco de incursiones falsamente musicales”.

HOMENAJE A MANUEL CANO

HOMENAJE A MANUEL CANO

Aprobó las oposiciones para ser catedrático de guitarra flamenca, en el Conservatorio Superior de Música y Declamación de Córdoba, introduciendo el flamenco en la Universidad, y en las salas de conciertos.

En los conciertos que ofrecía Manuel Cano, se podían escuchar tanto piezas clásicas como versiones de canciones populares y flamencas. Grabó más de una veintena de discos y realizó multitud de conciertos a través de todo el mundo,

Su interés por la divulgación e investigación sobre la guitarra española le llevó a escribir varios libros, entre los más destacados, se encuentran “Un siglo de la guitarra granadina”, y “El folklore. Iniciación al canto popular andaluz”. Sin embargo el reconocimiento le llegó en 1986 cuando publicó el libro “La guitarra, historia, estudio y aproximaciones al arte flamenco”, Este libro es un referente imprescindible para todo aquel que quiera perfeccionar sus conocimientos sobre este arte, y le valió el premio de investigación de la cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera.

Manuel Cano fue intérprete, compositor y arreglista, asesor de la Unesco, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo en Málaga, y académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de Granada. Entre sus premios destacamos el Premio de Guitarra Flamenca del concurso nacional de Córdoba de 1965 y el Premio Sabicas de Guitarra de Concierto en el IV Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba de 1968.

Manuel Cano falleció con 64 años, en diciembre de 1990, mientras intentaba recuperarse de una embolia pulmonar.

Al poco tiempo de su fallecimiento el Ayuntamiento de Granada le concedía la Medalla de Oro de la Ciudad, y ponía su nombre a la plaza donde se alza el monolito homenaje a Manuel Cano

El 25 de febrero de 1992, se le concedió la medalla de Andalucía a título póstumo, por ser “un gran impulsor de la investigación de nuestro folklore y un Maestro para las generaciones futuras”.

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