MIRADOR PLACETA DE CARVAJALES

MIRADOR DE LA PLACETA DE CARVAJALES

MIRADOR DE LA PLACETA DE CARVAJALES

Si algo bello tiene el barrio del Albaicín, aparte de su rico patrimonio claro, son sus vistas a la vega granadina y a la Alhambra. Son varios los miradores donde se agolpan, perdón, nos agolpamos todos para captar en una imagen el último rayo de sol que roza el monumento nazarí, o los primeros instantes en el que encienden las luces alrededor del mismo. Archiconocidos son el Mirador de San Nicolás, el de San Cristóbal o el de San Miguel Alto. Sin embargo, hay otros miradores más recogidos y escondidos, entre los que se encuentra el Mirador de la Placeta de los Carvajales. 

El Mirador de Carvajales se localiza en el Albayzín bajo, por su emplazamiento, situado entre la Cuesta de San Gregorio y la Calle San Juan de los Reyes, constituye uno de los miradores más intimistas y menos visitados del barrio. 

Desde el siglo XVI el solar que hoy ocupa el mirador, fue un espacio vacío rodeado de edificaciones. Es en el siglo XIX, con las profusas reformas urbanísticas que se llevaron a cabo en la ciudad, cuando se crearon varias plazas en el Albayzín, entre ellas, esta de Carvajales. La Plaza y el mirador hacen referencia, en su nombre, a una de las familias nobiliarias más influyentes de la Granada del sigo XV y XVI. Los Carvajales tienen sus orígenes en la provincia de León. La rama de este abolengo apellido, que llegó a Granada en época de la conquista castellana, procedía de los pueblos de Valderas y Valencia de Don Juan.

Es en la década de los 60 del pasado siglo, cuando el Mirador de la placeta de Carvajales toma el aspecto que conserva a día de hoy. En 1961 se construyó el muro de contención, para levantar la placeta, se pavimentó el suelo, se replantaron los árboles que dan sombra a la plaza, y se instalaron varios bancos de piedra, remodelados hace poco tiempo. 

Alhambra desde el mirador de la placeta de Carvajales

Alhambra desde el mirador de la placeta de Carvajales

Anteriormente a estas reformas, la placeta se encontraba a un nivel mucho más bajo. Se quedaba tan encajonada por las casas de su alrededor, que apenas se podía ver el entorno más cercano. 

Desde el Mirador de la Placeta de Carvajales, atravesado por una pequeña alberca que refresca los calurosos días de verano, se puede contemplar la impresionante Alhambra, sin muchas  aglomeraciones ni prisas. De hecho, una de las características del Mirador de los Carvajales es que el espacio invita a una mirada sosegada. Es un lugar donde es posible hacer un alto en el camino, charlar, leer, o simplemente escuchar música.

Casa Palacio de la Cuesta de Carvajales

En la Cuesta de Carvajales nº 3, aledaña a la placeta, se encuentra un edificio de gran valor patrimonial. Se trata de un inmueble de origen morisco, levantado en el siglo XVI. La parte más interesante del inmueble es la que compone el cuerpo principal, formado por una casa-patio, en la que destaca su crujía morisca, construida en el siglo XVI. En él se conservan muros, alfarjes, galerías y armaduras mudéjares. El inmueble fue ampliado y modificado en el siglo XVII, adquiriendo entonces, la tipología de casa castellana, formando una unidad en torno a un patio porticado, cuyas galerías fueron de madera.

El aumento de población en Granada durante el siglo XIX, conllevó un problema del alojamiento obrero. Esto dio lugar a una tipología  constructiva derivada de la reutilización y la adaptación de edificios existentes, surgiendo así las corralas de vecinos y las casas-patio. La Casa Palacio de la Cuesta de Carvajales, que había sido de uso unifamiliar en siglos anteriores, se convirtió desde entonces y hasta principios del siglo XX, en residencia plurifamiliar. 

Pilar Placeta de Carvajales 

Pilar placeta de Carvajales

Pilar placeta de Carvajales

En el nivel inferior del mirador de la placeta de Carvajales se localiza un pilar, hoy en día casi olvidado, que posiblemente se encuentre en este mismo sitio desde el siglo XIX, fecha de la construcción de la placeta. 

La obra se asienta sobre un suelo de empedrado granadino. Se compone de una gran pila rectangular de líneas rectas, con las esquinas ligeramente redondeadas. La pila está formada por varios bloques de piedra de Elvira unidas. Tiene en su parte superior un perfil curvo, de más de 25 centímetros de ancho.

Este pilar no tiene un frontón propiamente dicho. Esa labor la realiza el alto muro que sustenta la plaza. A unos pocos centímetros por encima del borde del pilar, se encuentran tres placas de piedra de Elvira, de las que salen sendos y sencillos caños de agua. 

Cerca del Mirador de Carvajales encontramos las placetas de Santa Inés Alta, la de la Virgen del Carmen y la de la Cruz Verde, tres lugares llenos de historia.

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