PLAZA DE LOS LOBOS

PLAZA DE LOS LOBOS

PLAZA DE LOS LOBOS

La Plaza de los Lobos está situada en pleno Centro de la ciudad, cerca del Monasterio de San Jerónimo, del Oratorio de Nuestra Señora de la Misericordia y del Jardín Botánico. Esta plaza linda con el Convento de La Piedad.

Su historia es curiosa: durante los siglos XVI y XVII, Granada estaba asolada por una terrible plaga de lobos procedentes de la Sierra, que bajaban a la ciudad atacando el ganado y a veces a las personas. Los granadinos de entonces alarmados y arruinados exigieron una solución al Ayuntamiento. Este se vio obligado a ofrecer una recompensa por cada lobo cazado que ascendía a cuatro ducados, más si era una camada. Para ello se habilitó en una casa, propiedad de Don Manuel de Sota, Tesorero de las Fábricas de la Alpujarra y Valle, una habitación en la que se entregaban los lobos que se mataban, ya que había que aportar pruebas. Tal era la plaga de lobos, que el Ayuntamiento se vio en serias dificultades para recompensar a los cazadores.

En esa época y en el mismo espacio que hoy ocupa la plaza, se celebraban juegos y fiestas populares.

La Plaza de los Lobos fue ideada por el arquitecto Pugnaire en 1850. En principio, fue concebida como un amplio jardín, apropiándose de una parte de las huertas y jardines del Convento de La Piedad, y tenía en el centro un amplio parque infantil.

En una posterior reforma, en 1972, se dividió la plaza en dos, quedando una parte destinada al aparcamiento de coches y vehículos policiales de la Jefatura Superior de Policía, situada en las cercanías. En la otra parte, se instaló una fuente amplia y sencilla, que se situó donde antes estaba el parque infantil, decisión que fue muy discutida por los vecinos del barrio. Para completar la reforma se rodearon los jardines con marmolillos y gruesas cadenas de barco traídas desde Vigo, que rememoran el Combate del Callao, de 1866, tal y como reza una placa de uno de los edificios.

Entre las especies vegetales que contiene destacan los plátanos de sombra.

Como curiosidad contar que en la intersección de las calles Fábrica Vieja con Málaga se pueden ver las vías del tranvía que circulaba por el centro de la ciudad y que más adelante se dividía en dos ramales.

Cuando paseemos por el Centro no podemos olvidar pasarnos por la Plaza de Los Lobos que, a pesar de su nombre, invita a la tranquilidad y al sosiego.

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